miércoles, 21 de septiembre de 2011

No enviado [Sostenido en palabras]

Las palabras necesarias ya habían sido dispuestas. Ya las había oído en tu voz, dedicadas a mi. Ya conocía tu tono quebrado por el llanto, tus silencios pesados, tu enojo y decepción. Todo en formas inofensivas o tornadas inofensivas tras las disculpas pertinentes.

Sigo encontrando monstruoso el deseo de dañar, pero se me hace mágico sostenido en palabras. La pirueta de circo, las burbujas de jabón, el discurso hiriente. Mundos. El odio también teje mundos. Las palabras perduran más que la marca del látigo. Te sostienen, se suspenden, rozan lo eterno presas del delirio.

Pero no me quedan palabras para vos.